David Ferrer, el ‘último guerrero’ del tenis español, se despedirá esta semana para siempre del deporte profesional. El tenista alicantino ha elegido el escenario que ofrece el Madrid Mutua Open para dar sus últimos raquetazos, para sellar el cierre de una dilatada y lustrosa carrera que por siempre formará parte de la etapa más brillante del tenis español.

David Ferrer, que echará el cierre esta semana en Madrid, deja un brillante legado tras de sí. Veintisiete títulos del Grand Slam iluminan su recorrido por el circuito. Un Masters 1000, en París, pero actuaciones memorables como la final de Roland Garros del 2013, donde cayó ante Nadal. Además, dos semifinales en el Abierto de Australia y otras tantas en el Abierto de Estados Unidos.

Pero sobre todo, Ferrer, que alcanza este año su decimosexta presencia en Madrid, donde su tope fueron las semifinales que perdió con Roger Federer en el 2010 y con Kei Nishikori cuatro más tarde, puede presumir de haber sido un componente relevante de la gran armada. De la mejor generación y la etapa más brillante del tenis español. Aquél que con él alcanzó tres títulos de Copa Davis.

En su despedida, David Ferrer tendrá el cariño del público de Madrid y también el de sus más cercanos. Amigos de toda la vida, gente de Jávea, que se ha trasladado hacia el Mutua Madrid Open para dar calor al jugador y alimentar sus emociones.