Desde muy pequeña, el Real Murcia Club de Tenis 1919 ha sido para Lucía Castellanos algo más que un lugar donde entrenar. Con apenas cuatro años ya recorría sus pistas de la mano de su familia, forjando amistades y recuerdos que hoy considera parte de su vida. Lo que comenzó como una etapa de alumna en la escuela del club con el tiempo se transformó en un nuevo rol: el de entrenadora. Con tan solo 16 años dio el salto al otro lado de la red, uniendo sus dos pasiones, la enseñanza y el tenis, para poder transmitir a sus alumnos la misma ilusión y pasión que ella tiene por este deporte.
¿Qué recuerdos tienes de tu etapa como alumna en la escuela?
Llevo viniendo con mi familia desde que tengo cuatro años. El club es como mi segunda casa, tengo recuerdos muy bonitos y muchos de mis amigos de toda la vida son también de aquí.
¿Cuándo fue y cómo viviste el paso de alumna a entrenadora?
Fue cuando tenía 16 años en una escuela de verano en la que necesitaban monitores y yo estuve encantada de participar. Estudio Magisterio Infantil y fue como unir mis dos pasiones: la enseñanza y el tenis.
¿Qué te motivó a dar el salto a la enseñanza?
Mi padre es entrenador del club de toda la vida y siempre ha sido mi referente. Me hacía mucha ilusión poder trabajar con él y aplicar todo lo que me ha enseñado a mis alumnos.
¿Qué valores o aprendizajes de tu etapa como alumna intentas transmitir ahora a tus jugadores?
Intento que tengan pasión por el tenis y por todo lo que hacen. También intento que se lo pasen muy bien jugando y que respeten no solo a mí, que soy la entrenadora, sino también al resto de compañeros.
¿Qué aprendes tú cada día de tus alumnos?
Me permiten estar actualizada. Ellos me cuentan qué dibujos ven, cuáles son las palabras que usan ahora… Doy clase a niños de entre 6 y 7 años y me gusta descubrir su mundo a través de ellos.
¿Cómo es tu manera de conectar con ellos y de mantener su motivación en la pista?
Al principio cuando coges un grupo es difícil, pero a medida que los vas conociendo vas viendo cómo son y qué es realmente lo que les motiva a seguir. Hay veces que les gusta más hacer ejercicios que juegos y en otros casos es al contrario. Como entrenadora tienes que intentar buscar nuevas actividades para que sigan viniendo motivados.