Los jueces de silla son imprescindibles en los partidos de tenis. Ellos son los encargados de asegurarse de que la pista está en las condiciones adecuadas, de que el marcador es el que corresponde y de que tanto los jugadores como el público cumplen las normas. Estas son las funciones de Javier Sánchez López, un socio de nuestro club que con 16 años ya ha tenido la oportunidad de arbitrar un partido de exhibición entre Carlos Alcaraz y Roberto Bautista.

Este joven realizó el año pasado un curso para ser juez de silla, una profesión que ahora mismo tiene como hobby, pero que no descarta “llegar a ser profesional si me acaba gustando mucho”. Hemos hablado con él para que nos cuente más sobre cómo se hizo árbitro, sus referentes, sus objetivos en el mundo del arbitraje y sus metas.

¿Cómo y por qué te interesaste por ser juez de silla?

Mi pasión viene de todos los torneos en los que he hecho de recogepelotas. Siempre me ha gustado el tenis y nunca he podido estar una semana sin coger una raqueta o sin ver algún partido. Unos amigos y yo nos animamos a hacer el curso y ahí empezó todo.

¿Cuándo empezaste a estudiar para ello?

Yo comencé el verano pasado. Hice un curso y tuve que hacer un examen teórico y unas prácticas. Hay que saberse todo el reglamento y cómo funcionan todos los objetos que hay en la pista. También es importante tener el valor necesario para subirse a la silla y llevar el marcador y el control de los jugadores y el público.

¿Crees que el árbitro es en el tenis más valorado que en otros deportes?

Mi opinión es que sí. Al ser solo uno suele recibir más protagonismo y es al único que se le puede recriminar una decisión que pasa en la pista y que tiene que ver con la interpretación.

¿Quiénes son tus referentes?, ¿en quién te fijas para ser juez de silla?

Tanto antes como después de sacarme el título he tenido como referente a mi padre, porque es juez de silla a nivel nacional. También me fijo en Mohamed Lahyani, árbitro de tenis internacional, y en otros de Murcia, como Poncho Ayala o Curro Ruiz.

¿Quién es, a tu juicio, el mejor árbitro a nivel nacional?

Pues ahora mismo me viene a la cabeza Nacho Forcadel, que es uno de los mejores de España, y Jauma Campistol, que también es muy bueno.

¿Cuál es el partido que has arbitrado que más recuerdas?

De los pocos que llevo el que más me ha marcado fue el que hice de juez de línea en el partido de Carlos Alcaraz contra Roberto Bautista, en la exhibición que hicieron en Murcia.

¿Cuáles son tus próximos objetivos?

Ahora mismo me lo estoy tomando como un hobby, pero mi objetivo es intentar ser árbitro de torneos profesionales y, si me acaba gustando mucho, llegar a ser profesional, aunque no es algo que tenga pensado hacer hoy.