• Jugador y socio del RMCT 1919 desde hace más de una década

Con apenas 3 años, Javier de Casas Cimadevila (Murcia, 2004) ya pisaba las instalaciones del Real Murcia Club de Tenis 1919 de la mano de su padre y de su tío, quienes jugaban con asiduidad a este deporte. “He formado parte del club desde que nací”, afirma el joven de 17 años, quien compagina 2º de Bachiller con sus entrenamientos. “Hasta me bautizaron en el club”, recuerda.

-¿Qué es para ti el RMCT 1919?

-Es como mi segunda casa; de hecho, muchos socios bromean conmigo, diciéndome que van a tener que dejarme unas llaves. Muchas veces me ven salir de entrar muy tarde los sábados y los domingos a las nueve de la mañana ya estoy allí.

¿Cuáles son tus primeros recuerdos en el club?

-Cuando mi padre me llevaba con él. Él entrenaba bastante y, además, muy temprano. Cuando terminaba, cogía mi raqueta y nos poníamos a pelotear. Después, con unos 6 años, me apuntó a la escuela del RMCT 1919. Desde entonces, he jugado sin parar, hasta ahora.

-¿Qué es lo más duro del tenis?

-Disimular tu lenguaje corporal en los momentos de tensión. El tenis es un deporte muy mental y no puedes dar muchas pistas a tu rival sobre si estás nervioso o no tienes confianza. Para mí, eso es lo más difícil: mantener la sangre fría.

-¿Y lo más gratificante?

-Cuando trabajas mucho para conseguir un objetivo, como puede ser ganar un torneo o hacer buenos resultados, y ese objetivo se cumple. Eso es lo que más me enorgullece.

-Con solo 17 años, llevas más de una década en este deporte. ¿Qué recomendarías a alguien que se está iniciando en el tenis?

-Que tenga mucha paciencia porque los principios del tenis son muy feos. Cuando empecé a jugar, no ganaba ni un partido. Y siempre me acuerdo de que muchas veces lo iba ganando y me remontaban porque me ponía muy nervioso. El tenis es muy mental; hay que tener paciencia y jugar mucho tiempo para más o menos controlar las situaciones de nervios.

-¿Alguna anécdota que recuerdes con especial ilusión?

-Tengo varias. El primer torneo que gané en mi vida fue en el Club, en la pista 1, y eso siempre lo voy a recordar. Y lo que también recuerdo con mucho cariño son los campeonatos por equipos, porque el tenis es un deporte muy individual y a veces se echa de menos ese sentimiento de pertenecer a un equipo. Es emocionante ver y viajar con tu entrenador y con tu equipo. Y si se gana, mucho mejor.

-¿Cómo compaginas 2º de Bachiller con este deporte?

-Es difícil; ahora mismo estoy estudiando mucho más que jugando. Las horas que estás jugando tienes que estar al 100% y las horas que estás estudiando tienes que aprovecharlas al máximo. Estoy en 2º de Bachiller y me gustaría estudiar Medicina.

-¿Sabes ya qué especialidad te gustaría estudiar?

-En principio, me gustaría especializarme en Traumatología, pero, para mí, también sería un sueño montar una empresa relacionada con la medicina y el deporte.

-¿Cómo de importante crees que es la parte mental en este deporte?

-Mucho más importante que la técnica. Si juegas y te rindes cuando pierdes dos juegos, ese no es el camino a seguir. Por muy duras que sean las circunstancias, siempre hay una puerta que está relacionada con la estabilidad emocional del otro. Para conseguir abrir esa puerta, creo que hay que hacer pensar al contrario.

-¿Tienes un referente?

-Sí. Obviamente, Rafa Nadal y, para mí, también lo es Carlos Alcaraz. Lo conozco desde pequeño y tiene mucho mérito el trabajo que tiene detrás. Es impresionante lo que está consiguiendo, sobre todo mantener los pies en la tierra.

-¿Un logro que destaques?

-Creo que el torneo Absoluto que jugué esta Navidad en Alicante, una competición que gané en la que había nivel. Estuve mucho tiempo trabajando para ganar ese torneo y lo conseguí.

-¿Qué libro recomendarías?

-El que estoy leyendo ahora: ‘Cómo negociar’, de George Fern. Uno de mis sueños es montar una empresa y, por eso, creo que la confianza es muy importante; el lenguaje corporal, la mente… Además, creo que es algo a lo que no se le da mucha importancia y que son habilidades que se deberían de tener más en cuenta.

-[Son casi las 17:30 horas] Y ahora, a entrenar.

-Sí, ahora sí…